Poco después de aprender a hablar y teniendo una edad de 3 años Jae dijo a sus padres: "Soy un chico". Al principio, sus padres ignoraron los signos, pensando que era una fase respondiendo siempre: "No, eres una chica" "Estás confundida". Creyendo vagamente que confundía el signo de chico con el de chica, así que lo dejaron pasar pero ella no, seguía insistiendo con lo mismo.

Cuando cumplió cinco años, empezó a rechazar todo lo femenino y pronto experimentaba un sentimiento de vergüenza, inseguridad y sobre todo falta de aceptación con su familia. Pues no todos aceptaban de buen humor que un integrante de la familia Han dijera tantas cosas absurdas, más aún cuando los hombres ya estaban "extintos". Los meses continuaron y pequeñas amenazas por parte de ella comenzaron a bombardear a sus padres: "Me gusta ser un chico" "Odio vestirme con vestidos, no soy yo" "Cuando sea mayor, cortaré mi cabello y seré un chico" "¿Por qué no me aceptan como soy?" "¿Por qué debo ser una persona falsa?"

Los Han buscaron ayuda profesional comenzando a tener respuestas no muy agradables pues la identidad de género en la infancia no era un tema muy común. El especialista sólo pudo decirles algo que era bastante obvio: su pequeña hija era transgénero. Comentó que aceptar el diagnóstico les resultaría demasiado difícil pues no es fácil aceptar de la noche a la mañana el cambio más aún con el hecho de que ella siendo transgénero, la pondría en un camino absolutamente más difícil.

Conscientes de eso, sabían que no podían obligarla a actuar de una manera que no era pues no correrían el riesgo de que su hija cayera en depresión, tuviera problemas de conducta y mucho menos que llegara a tener pensamientos suicidas. Fue entonces que tuvieron que empezar desde cero, aceptando de corazón la identidad de Jae. Comenzando con pequeños cambios pero significativos en su vida, tales como el corte de cabello, el cambio en el guardarropa de ella, incluso comenzaron a dirigirse a ella como "él". Para ayudarle a que pareciera hombre fueron implementando dosis de testosterona en la sangre pues cabe mencionar que la testosterona suprime las hormonas.

Actualmente sus facciones del rostro cambiaron, su voz se hizo grave, su busto es del tamaño de un joven hombre normal. No tiene un periodo menstrual y tampoco presenta una fuerza como la de una mujer normal, su estatura aumentó y por ende no es curvilíneo, tampoco necesita llevar una faja por las razones antes mencionadas pues físicamente es un hombre obviando claramente la falta de masculinidad en la entrepierna. (?)